dimarts, 1 de desembre del 2009

Aquella mañana.




















Nunca había sido capaz de recordar un momento por un sabor. Me sabe a tranquilidad, me sabe a playa, me sabe a mi misma, me sabe a frío, me sabe a felicidad, me sabe a resaca.

Esa mañana me levanté solo despertarme. Las escasas horas que había dormido no habían sido suficientes, pero no podia seguir estirada, el mundo me daba vueltas y no había ningún botón para pararlo.Creo que fue la última vez que dormí abrazada a alguien. Me quité la ropa, me puse el bañador y mi rebeca. Abrí la nevera y cogí el último botellín, ese que me hace recordar estos momentos algunas mañanas.

No había nadie en la playa. Me senté en la orilla del mar, donde hacía unas horas solo había que agua. Nunca había visto cambiar la marea de una manera tan espeluznante, de hecho tenia miedo a encontrar evidencias en el suelo de la noche de antes. Pasaban los minutos y seguia sola, todo el mundo dormía menos yo y las olas que jugaban conmigo. Dejé el bañador en la orilla, y empezé a ser parte del universo, a sentir que la energia fluía, a notar los peces que pasaban entre mis piernas como si fueran agua, como si ahora el agua fuera yo. Pero la paz terminó. Llegó un joven. Me sonrió y practicamente actuó igual que yo, yo en un mundo, él en el suyo.

Ahora me doy cuenta, que allí entre el agua helada, entre las mareas que subían y bajaban, encontré una paz que desde ese dia me ha acompañado. Una paz que empezabas a conseguir cuando valorabas una playa con marea alta que se llevaba a todo el mundo que encontraba con ella, y la misma playa que arrasaba todo lo que uno lleva cuando el agua era cristalina y casi inexistente.

1 comentari:

  1. Dicen que la bañera es el lavadero del alma, así que imagino que una enorme playa - tal como has descrito la situación - debe ser como algún tipo de fuga perfecta para muchas cosas que quieren salir y dejarnos atrás / a veces de forma explosiva y eufórica, otras de forma calmada y estoica.

    Por cierto, curioso me parece que siendo la temática alrededor del amor, tan frecuente en tu blog, sea La Logia Negra la que te haya llamado la atención - pues no es nada más que un retrato descarnado de la desídia y el asco (que siento) por el ser humano.


    PD. Uh, y espero que no empiece a ser molestia que me pase a menudo por aquí :]

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