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Comprendí, que no estaba lista. El momento más feliz de mi vida, a la vez que más devastador de todos. ¿Y ahora qué? Tiempo. Invierno, primavera, verano y otra vez otoño. Y ya se verá.
No dar nada, por no poder darlo todo.
La primera frase y la última me dejan sin aliento.
ResponEliminaTu post de hoy es un bisturí afilado, pequeño, preciso y certero a cauar una herida que supura secretamente sin darnos cuenta - quizá la herida no quiere molestarnos en una curiosa y modesta preocupación inusual.
Sólo con las manos manchadas de sangre nos damos cuentas de que llevábamos guantes blancos.
*a causar
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