dilluns, 28 de febrer del 2011
dimecres, 9 de febrer del 2011

Ivy era una persona tan normal que eso la hacía especial. ¿Sabes ese tipo de persona a la que no puedes encasillarle una descripción simple? ¿Ese tipo de persona que es una persona normal, pero que tiene algo que la hace destacar del resto sin saber decir el qué? Pues así era ella. Una entre tantas. No tomaba drogas de ningún tipo, y con eso también quiero decir que ni fumaba ni bebía de vez en cuando. A simple vista no destacaba a la hora de vestir, aunque siempre llevaba los labios pintados de rojo (pero eso ya parecía formar parte de ella, la idea de que no llevara los labios rojos no era posible). Era delgada, no delgada tipo esqueleto, sino que era delgada de una manera agradable de ver, ese tipo de delgadez del que nadie puede decir que está demasiado delgada y en el que nadie se atrevería a decir que le sobran unos quilillos. Sus manos eran elegantes y prácticamente nunca llevaba las uñas pintadas, sus brazos eran largos a proporción de su cuerpo.
diumenge, 30 de gener del 2011

Bajo aquella sabana te protegías del mundo, de los fantasmas, de los ladrones y de los psicópatas que atacaban por la noche. Tenías montado un mundo que nunca se iba a derrumbar, que nunca iba a dejarte caer. Almenos no te iba a dejar caer más abajo de lo que ya habías caído.
Pero dejaste caer el muro, y empezaste a ser débil. Empezaba a entrar la luz por ese muro poco a poco invisible. Y dejaron de existir las sábanas para que te empezara a cubrir la piel. Los abrazos a media noche que te hacían sentir protegida a la vez que frágil.
dimecres, 19 de gener del 2011
diumenge, 16 de gener del 2011
Dime una cosa.

diumenge, 2 de gener del 2011
dimecres, 15 de desembre del 2010
Esa sensación máxima de no poder aspirar a más, porque has llegado a la perfección, porque después de ese momento, ya no hay nada más. Nada que se le pueda parecer. Las notas que te fascinan como un niño descubriendo cosas nuevas. El golpe de un triangulo, el sonido de una bolsa rompiendo el aire. Voces aspiradas y voces en potencia. Yo y el mundo, y nadie más.
Las luces me sonríen, al igual que el universo. Mi piel que se estremece y hace que algo dentro de mí, de mi cabeza, y me haga sonreír.