dijous, 22 d’abril del 2010



















En rojo. Como la sangre. Como una herida abierta que no quiere parar. Como el fuego idílico. Como las rosas. Como la ira.

En realidad da igual el color, somos capaces de asociar cualquier cosa con lo que queramos creer en ese momento. Somos capaces de creer que nos quieren con una sola sonrisa, con una sola llamada, con un solo gesto. Y no es tan malo, es un gesto humano.

Últimamente, no me digas porque, pero me das pena. Te veo solo, aburrido, sin sentido, sin nada que hacer, sin nadie a que acudir. Pero es tu vida, y al fin y al cabo no te conozco.


Hoy he intentado arriesgarme, y no a servido de nada.

2 comentaris:

  1. uh, no m'entero de res
    igual sí que Ha servit d'alguna cosa.. ja saps, qui no s'arrisca no pisca. i qui vol presumir, ha de patir (comentari xorra del dia, però en serio, prendre riscos dóna recompensa!)

    ResponElimina