Ni tú, ni nadie va a condicionar lo que hago o lo que dejo de hacer. Hasta aquí hemos llegado, si a caso será al revés.

Si pica cura. Si, seguro, si te rocían con ácido clorhídrico seguro que pica y no cura demasiado.

Ha llegado la primavera, y con ella el color rojo. Principalmente el rojo en mi torso, del sol. El rojo del amor. ajá. No nos engañemos.

En rojo. Como la sangre. Como una herida abierta que no quiere parar. Como el fuego idílico. Como las rosas. Como la ira.

En realidad da igual el color, somos capaces de asociar cualquier cosa con lo que queramos creer en ese momento. Somos capaces de creer que nos quieren con una sola sonrisa, con una sola llamada, con un solo gesto. Y no es tan malo, es un gesto humano.

Últimamente, no me digas porque, pero me das pena. Te veo solo, aburrido, sin sentido, sin nada que hacer, sin nadie a que acudir. Pero es tu vida, y al fin y al cabo no te conozco.

Hoy he intentado arriesgarme, y no a servido de nada.

Como matar tus sentimentos. Parte 1.

Matar los síntomas del enamoramiento con una tila.

No te sientas afortunado porque para que escriba algo bonito, tenga que recordarte. No es tener suerte, es haber llegado en el momento oportuno.

No es que pueda morir de felicidad, es que cuando hay tanta felicidad te das cuenta de que vas a ser un desgraciado después de sentirte así, aunque solo sea por una vez en tu vida. En ese momento de éxtasis sabes que ese sentimiento no volverá a estar allí presente, y luego aparece la nostalgia, la nostalgia por algo que aún esta sucediendo.

Respirar tan fuerte que se rompa el aire.

Fuiste tu el que no se siguió el plan.